La primera cornada de los valores tecnológicos en Wall Street, que ha dejado caídas en el Nasdaq en la semana en el entorno del 5%, ha sido la primera advertencia de que el rally que venía protagonizando el índice –con ganancias en el año del 27%– puede sufrir un viraje en su conquista contínua de máximos históricos. No ha habido un catalizador de las ventas y solamente la perspectiva de que la economía norteamericana afronta serias dudas sobre su recuperación han podido influir en los inversores.

Los analistas venían advirtiendo de estas correcciones en un sector en el que todo el mundo ha encontrado un asidero al que agarrarse en un mercado muy volátil. Hasta los gestores activos han encontrado en el sector tecnológico uno de sus mejores aliados, como demuestra el hecho de que en la Liga Global de la Gestión Activa de elEconomista el peso medio de los valores tecnológicos en la cartera de los fondos es del 17%, según los datos de Morningstar hasta el 2 de septiembre. Un peso que entre los productos más rentables de la clasificación puede llegar a superar el 30%.

Es el caso de green benefit Global Impact Fund P, que se mantiene como el fondo con mejor rendimiento en el año de la Liga Global con casi un 60% y que presenta una fuerte convicción en compañías tecnológicas, de hasta el 48,5%, con un peso importante de firmas de Estados Unidos entre los principales valores de la cartera, como Enphase Energy (6,57%), Veeco Instruments (4,76%) o Cree (4,70%).

Los siguientes fondos con mayor peso en tecnología son CPR Invest Glbl Dsrpt Opp A (47,32%) y Pictet-Security HR EUR (41%), que se sitúan entre los 20 mejores productos por rentabilidad. de la Liga Global. En el caso del primero, aparecen compañías como Twilio, Palo Alto Networks, Zendesk, SolarEdge Technologies o First Solar entre las principales posiciones, mientras que el segundo figuran Fidelity National Information Service, Splunk, Palo Alto Network, Fiserv o Zebra Technologies entre los diez primeros valores de la cartera.

Tener un peso alto en tecnología no garantiza por sí mismo un resultado óptimo de rentabilidad, como ocurre con BNP Paribas Glb Low Vol Eq Cl Cap, que tiene un peso de 30% pero pierde un 7,9% en el año.