Santiago.-El raso Franklin Reyes, de la Unidad Swat de Santiago, quien fue abatido al enfrentar a dos presuntos sicarios que también resultaron muertos, dejó dos niños en condición de orfandad.
El agente de 25 años de edad y oriundo de la comunidad de Licey al Medio presentó herida de bala en el hombro con salida en la espalda.
Reyes residía en San José de las Matas desde hacía dos años tras casarse con la profesora Tania Aurelia Jáquez, nativa de esa zona de la sierra de la cordillera central.
Con su pareja sentimental procreó dos niños de dos años y otro de 10 meses de nacido.
“Le han quitado la vida a una persona excelente, de buen comportamiento”, expresaba Tania Aurelia Jáquez entre llanto y la impotencia, mientras permanecía en la morgue del hospital José María Cabral y Báez para la entrega del cuerpo. Su tía María Reyes ni siquiera le salían las palabras.
Un agente del comando especial Swat, quien era compañero del policía abatido y quien estuvo en el momento del hecho, rechazó que fueran tomadas fotografías de los parientes.
Los otros dos hombres muertos y que la Policía los identifica como supuestos “sicarios y narcotraficantes”fueron identificados como José Aurelio Ovalles (Maicol), de 35 años, y otro sólo como “José”, quienes eran perseguidos en atención a órdenes de arrestos emitida en la jurisdicción de Santiago.
El hecho se registró en el sector Jerusalén, kilómetro 5 de la carretera Piedra Blanca-Maimón, provincia Monseñor Nouel, donde los hoy occisos se “atrincheraron” en una casa desde la cual usaron a los niños, que alegadamente eran sus hijos, como escudos humanos para que la Policía no les disparara.
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